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Parque Carén: imaginando y construyendo un Chile sostenible

La Universidad de Chile invita al país y a su comunidad a participar del Parque Carén, un lugar destinado a formular nuevas preguntas y generar novedosas soluciones, con una visión integrada, transdisciplinaria y sostenible, para construir el mundo que soñamos. Un lugar que vincula personas, instituciones y colectividades; a las más diversas ocupaciones y quehaceres; a espacios locales, regionales e internacionales. Un lugar para todas y todos quienes busquen contribuir a la producción de conocimiento para un país conectado con su entorno.

Carén es integrarse a una cadena colaborativa y global entre la academia, el sector público, la iniciativa privada, las comunidades, y la naturaleza. Es unir conocimiento, innovación, emprendimiento y tecnología para responder a las necesidades actuales del país, creando lazos con centros de nivel mundial, empresas de base tecnológica y servicios públicos estratégicos. Es abrirse a iniciativas nacionales e internacionales para colaborar desde, por y con la comunidad y el territorio.

Carén es experimentar, crear e innovar con una orientación transdisciplinaria en favor de Chile y el Cono Sur. Es potenciar la misión universitaria, trascendiendo las fronteras disciplinares para cimentar un futuro acogedor e igualitario. Es llevar a la acción toda iniciativa o proyecto que tenga como horizonte generar un impacto original en la comunidad en la que se inserta, propendiendo a mejorar la vida de las personas desde la más temprana edad hasta la vejez.

Carén es tener a disposición infraestructura de calidad, sustentable y sostenible. Es vincularse con el medioambiente, constituyendo nuevas relaciones con el entorno y protegiendo la diversidad en flora, fauna y funga existente en las más de mil hectáreas de la reserva ecológica próxima a la mayor área urbana de Chile. Es conectar con un espacio cultural, artístico, recreativo y deportivo.

Con Carén, la Universidad de Chile se consolida como la reserva intelectual, creadora y de vanguardia para el país: aquí se piensa y genera libremente el país que queremos, un país con mirada de futuro fundado en el valoración de la naturaleza, la equidad, la igualdad, la colaboración y el respeto a los derechos humanos. Porque en el Parque Carén hacemos realidad el mundo que imaginamos.

Visión y misión

Visión

Albergar una comunidad de personas y entidades intensivas en conocimiento que, a través del diálogo transdisciplinario y de la fertilización cruzada de saberes, sea capaz de producir, individual y colectivamente, conocimiento, innovaciones en bienes y servicios de alto valor público y privado, y creaciones artísticas para enfrentar los desafíos emergentes de Chile y el mundo, abriendo nuevas posibilidades para su desarrollo sustentable.

La Iniciativa Parque Carén se orienta en siete ejes estratégicos:

Misión

Fomentar y apoyar a centros de investigación, experimentación y formación, servicios públicos y empresas de base tecnológica en su esfuerzo innovador, a través de la disposición de infraestructura de calidad y ambientalmente sustentable, servicios especializados de apoyo a la creación y al emprendimiento, y una privilegiada conexión con las capacidades de la Universidad de Chile que, a su vez, se potencian con el Parque Carén.

El parque

Historia del predio

Los primeros habitantes de este territorio fueron nómades que transitaron hace 12 mil años entre la Cordillera de Los Andes y el Océano Pacífico.

La piedra ceremonial emplazada en el borde de este terreno puede considerarse el primer acto paisajístico del Parque Carén, vinculando la actividad humana con rasgos selectivos del paisaje. La roca permite insertar el lugar en la trama de los desplazamientos entre la Cordillera y la costa, conectando la piedra con el “espíritu de la naturaleza”. También anuncia la existencia del agua que, simbólicamente, contiene sus concavidades después de la lluvia. Y, por último, abre la vista sobre el valle desde lo alto: el cerro Amapola al frente y más atrás el Plomo.

Recién en el siglo IX d. C. los pueblos nómades se asientan en el territorio del parque. Se trata de los picunches, que fueron llamados así por los mapuche, que dominaban desde el Río Itata al sur; o denominados también como cultura aconcagua por los arqueólogos que encontraron patrones comunes en los vestigios de estos pueblos, emplazados en los valles de los ríos Aconcagua, Mapocho y Maipo.

En el siglo XV, este territorio es anexado al Tawantinsuyu, nombre dado por los incas a su imperio, pasando a formar parte del Kollasuyu, una de las cuatro provincias de este vasto poderío. Investigaciones documentales y hallazgos arqueológicos recientes han demostrado que el centro real era la ciudad inca de Mapocho. Sobre este estrato cultural se incorpora el Tawantinsuyu que, además del Camino del Inca, introdujo los animales domésticos (llamas) en Chile central y aportó un avanzado sistema de riego mediante acequias alimentadas por las aguas del río Mapocho. Una de las tres acequias importantes se encontraba en el sector de Pudahuel, conocida como la acequia de Incagorongo.

Junto con la fundación de Santiago se encuentran los primeros documentos que acreditan la entrega de concesiones de tierra, en calidad de “encomienda”, de Pedro de Valdivia a sus hombres. Entre ellos, destaca Bartolomé Blumenthal (castellanizado a Bartolomé Flores) quien recibe los terrenos del poniente de Santiago hasta Talagante, dominio del cacique inca Tala Canta Ilabe. Flores se enamora de la hija del cacique, y de esta unión nace una hija, Águeda, que es nombrada en el libro Los Lisperguer y la Quintrala: Flores habría heredado su patrimonio a Águeda, y Águeda se lo habría dejado en 1595 a su hijo Juan Rodulfo Lisperguer (tío de la Quintrala), incluyendo la hacienda de Pudagüel. En el documento que acredita la herencia se incluía el actual predio Laguna Carén, emplazado en el valle Lo Aguirre. Esta última denominación es otorgada en 1741 cuando Juan Nicolás de Aguirre adquiere la propiedad, vinculándola a su mayorazgo, que se extendía desde la laguna de Pudahuel hasta la cima de la cuesta Lo Prado.

Hasta fines del siglo XIX, el fundo Lo Aguirre mantuvo su integridad siendo destinado principalmente a la ganadería. Al diluirse el mayorazgo, fue adquirido por la familia Larraín que lo vendió a la empresa norteamericana Santiago Mining Company, que posteriormente lo subdividió. Uno de los retazos fue donado al Ejército de Chile para construir el Centro de Energía Nuclear de Lo Aguirre. La zona restante pasó, en 1969, a manos de la Sociedad Minera Pudahuel. En 1972, en el contexto del proceso de Reforma Agraria se parceló el paño que no estaba siendo ocupado por la mina, proceso que no terminó por completarse.

En 1972, el proceso de Reforma Agraria parceló el territorio no ocupado por la mina, aunque no se llegó a hacer efectiva la entrega de terrenos. La dictadura revirtió el proceso definiendo el paño como Reserva Cora N°6 sin aptitud agrícola, y en 1981 el SAG donó esté predio al fisco.

Durante la dictadura militar se transfirió a título gratuito al Ministerio de Defensa Nacional para ser usado por la Dirección General de Deportes y Recreación (DIGEDER), instalándose en el predio varias asociaciones deportivas, algunas de las cuales formalizaron el uso que se hacía de la laguna en épocas anteriores. Se construyó una “medialuna” de rodeo.

En los años noventa, con el término de la dictadura, el predio se mantuvo en manos de la DIGEDER, reservándose para uso recreativo. Hasta que, en marzo de 1994, el Presidente Patricio Aylwin firmó el decreto de transferencia gratuita a la Universidad de Chile del “inmueble signado como Lote A, que corresponde a parte del predio denominado Reserva CORA Nº6 del Proyecto de parcelación “Lo Aguirre”, Comuna de Pudahuel, Región Metropolitana, de una superficie de 1.011,10 hectáreas”, donación que se materializó mediante escritura de fecha 25 de marzo de 1994. Del mismo modo, a través del decreto supremo Nº 202, de fecha 25 de mayo de 1999, se dispuso la transferencia del lote “B” que también forma parte de la Reserva CORA Nº6 de una superficie de 11,8 hectáreas, con el fin de anexarlo al lote “A”, completando así la superficie actual (1.022 hectáreas) del Parque Carén.

Vista panorámica de la Laguna Carén

Características

Tamaño

Ubicado en la comuna de Pudahuel, ciudad de Santiago, Región Metropolitana. Con 1.022 hectáreas, su tamaño equivale al de una comuna. Actualmente, cuenta con una red de servicios básicos con un alto estándar para proveer de facilidades a las zonas de emplazamiento de diversas actividades de investigación, innovación, recreación, cultura y esparcimiento. Posee el cuerpo de agua más grande de la Región: la Laguna Carén.

Conectividad

A 20 km del centro de Santiago, a 6 km del Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez y a un costado de la Ruta 68 que conecta la capital con el puerto de Valparaíso, por donde transitan más de 3 millones de vehículos al mes.

Proyección

Rodeado de tres Proyectos de Desarrollo Urbano Condicionado (PDUC) que traerán a más de 160 mil nuevos habitantes a la zona en los próximos años, complementando la vocación logística de esta comuna que se declara aeroportuaria.

Paisaje

Corresponde a bosque mediterráneo esclerófilo donde lo más abundante es el espinal de espinos (acacia caven) con ejemplares de grandes dimensiones de algarrobos y guayacanes, especies amenazadas, y especies representativas de los valles de Chile central que han ido desapareciendo por el desarrollo urbano. En los cerros quedan remanentes de bosques de quillay y litre, los cuales albergan una diversidad de formas de vida desde hierbas, bulbosas, arbustos y enredaderas, entre otras.

Clima mediterráneo

En su extensión se producen variaciones de clima con mayores precipitaciones hacia la Cordillera de la Costa y menores en el llano y cerro Amapolas. Las mañanas son calmas y las tardes ventosas, ayudando a ventilar la cuenca de Santiago.

Patrimonio natural

La zona central de Chile se ha descrito como un punto caliente de biodiversidad y, además, es la más poblada de nuestro país. Conservar la naturaleza en este territorio con fauna, flora y funga con un alto endemismo, nos permite valorar y preservar el patrimonio natural mundial, convirtiéndolo en un foco prioritario de conservación.

Administración

La Fundación Valle Lo Aguirre (FVLA) es una organización sin fines de lucro que, a partir del encargo de la Universidad de Chile, es responsable de proporcionar las facilidades de infraestructura y operación para la implementación de la Iniciativa Parque Carén, además de participar activamente en el estudio, planificación, preparación, ejecución y posterior desarrollo de los proyectos relativos al predio Carén.

Asimismo, la FVLA es responsable de la gestión operacional de los terrenos de propiedad de la Universidad de Chile que componen el Parque Carén, de la recaudación de recursos para satisfacer las necesidades presupuestarias de las operaciones y la administración de los recursos naturales.

La Fundación es presidida por la Rectora o el Rector de la Universidad de Chile y un directorio de doce miembros.

Su Vicepresidente ejecutivo es Luis Zaviezo Schwartzman, Ingeniero Civil Industrial, Magister en Ingeniería Industrial Universidad de Chile y Profesor Adjunto de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM). Cuenta con vasta experiencia en gestión estratégica pública y privada (Homecenter, Chilecompra). Consultor PNUD, BID, WB.

Dimensiones

Desarrollo interdisciplinar

El Parque Carén aspira a promover la transdisciplina como estrategia necesaria para abordar la complejidad de los desafíos del mundo presente y futuro. Es el caso de los requerimientos de soluciones para asuntos medioambientales, del envejecimiento, la desigualdad en diversos ámbitos de la vida de las personas, los desastres socioambientales, por nombrar sólo algunos, que actualmente afectan a la ciudadanía y al territorio.

Con esta iniciativa se pretende trascender la división tradicional del conocimiento, proponiendo enfoques más comprensivos para abordar la realidad, y experimentando y formulando nuevos problemas con énfasis en el propósito social de la investigación.

La coproducción de conocimiento con agentes sociales es un principio clave del Parque Carén: en el ejercicio de la transdisciplina se produce una redistribución del conocimiento que redunda en una mayor legitimación social de la investigación. De este modo, se supera la dicotomía experticia-ignorancia, conduciendo a asociaciones novedosas entre la academia y la sociedad.

La transdisciplina presupone una visión crítica respecto de las estrategias científicas tradicionales, que han mostrado limitaciones para tomar decisiones en contextos de incertidumbre y creciente cambio. El núcleo del Parque Carén es la integración del conocimiento entre disciplinas y partes interesadas de la sociedad, y el diseño creativo y colaborativo de nuevos métodos de proposición y resolución de problemas a escala real.

Valor ambiental

El Parque Carén tiene una interesante biota asociada, con algunas especies a conservar y, a su vez, sirve de hábitat para numerosos animales, hongos y plantas, que en su conjunto dan forma a un ecosistema muy poco representado en el Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE) y cada vez más presionado por el cambio de uso de suelo y la urbanización de los valles de Chile central.

La zona es descrita como un punto caliente de biodiversidad mundial, donde destacan la presencia de árboles de grandes dimensiones, como el algarrobo, el espino y el guayacán. Chile tiene un alto endemismo que exige desplegar grandes esfuerzos para conservar estas especies que son un aporte al patrimonio natural global y los procesos ecológicos subyacentes.

La Universidad de Chile muestra su compromiso de recuperar las funciones ecosistémicas del sector, tales como el control de la erosión, provisión de hábitat para aves migratorias y ciclaje de nutrientes; que permiten aportar a la conservación de los procesos biológicos subyacentes y a la mantención de la biodiversidad asociada al mismo. La revegetación y restauración a través de compensaciones ambientales permitirán, junto a un plan predial, avanzar en el cumplimiento de los objetivos de conservación del Parque Carén.

Flora

En el Parque Carén hay 185 especies de plantas distribuidas en 39 familias y 57 géneros, de los cuales 62 son endémicos, 54 nativos y 69 exóticas. La mayor presencia de especies de origen exótico se encuentra en las riberas de la laguna, mientras que los cerros poseen en su mayoría especies endémicas y nativas.

Ambos cerros, Amapola y La Puntilla, presentan diferencias en cuanto a la diversidad de especies. El cerro La Puntilla tiene 78 especies, 18 de ellas son nativas, 38 endémicas y 22 exóticas mientras que el cerro Amapola presenta 88 especies, siendo 21 nativas, 32 endémicas y 35 exóticas.

La familia más representada es Asteraceae con 37 taxa, donde 15 de ellas son endémicas. La siguiente familia con más taxa es Poaceae (18), de la cual 15 son exóticos. Los géneros más representados son: Adiantum (5), Baccharis (4), Gaemocheta (4) y Calceolaria (4).

Funga

El Parque posee distintas especies de hongos identificadas, tanto en sectores de planicie como en los cerros Amapola y Puntilla. La zona de mayor diversidad se encuentra precisamente en este último cerro. A lo largo del Parque se encontraron hongos creciendo sobre suelo mineral, Guayacanes, huañiles y otros sustratos. Y si bien se encontró un número menor al esperado, es posible que con mejores condiciones ambientales, como aumento de la precipitación, el número final pueda aumentar.

Fauna

El Parque es hábitat de diferentes especies de animales. Entre ellos el más diverso es el grupo de las aves, con más del 90% de las especies identificadas tanto en riqueza como en abundancia. Los mamíferos por otra parte, si bien son mucho menos diversos se encuentran en categorías de amenaza y tienen un gran valor de conservación.

El Parque Carén tiene una oportunidad de conservación a través de la sensibilización con especies de fácil observación, como el pequén y la loica en el caso de las aves; la garza cuca y el huairavo en el medio acuático, o más conspicuas como el zorro culpeo, todas ellas atractivas para el público general.

Calidad de vida

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define calidad de vida como “la percepción que un individuo tiene de su lugar en la existencia, en el contexto de la cultura y del sistema de valores en los que vive y en relación con sus objetivos, sus expectativas, sus normas e inquietudes”. Para abordar esta dimensión, el Parque Carén está en permanente contacto con organismos internos y externos de la Universidad de Chile que desarrollan actividades para promover el bienestar, la equidad e integración de la comunidad universitaria y su entorno.

El Parque Carén se pone al servicio de iniciativas orientadas al mejoramiento en la calidad de vida de estudiantes, profesoras y profesores, personal de colaboración, sus familias y su entorno, en especial la comunidad de Pudahuel. Todo ello en coordinación con otras unidades de la universidad y organismos externos a ésta. De esto modo, junto a la Vicerrectoría de Asuntos Estudiantiles y Comunitarios de la Universidad de Chile, se trabaja para que el Parque Carén sirva para afianzar los vínculos de nivel central con el local, y de estos con la comunidad en la que el Parque se inserta. Todo lo anterior en aras de fortalecer el compromiso institucional con los derechos de todas las personas, en un marco de respeto por la diversidad y de igualdad de oportunidades.

La proyección del Parque Carén contempla priorizar la promoción de los deportes y la actividad física, la convivencia familiar, la educación ambiental, y las actividades recreativas, culturales y de integración multigeneracional.

Quiénes somos

El Parque Carén es una iniciativa impulsada por la Universidad de Chile, principal institución estatal de educación superior fundada en 1842. Una gobernanza específica y ágil que releva el vínculo de la comunidad universitaria con su entorno social y natural, para llevar a la acción los siete ejes estratégicos que orientan Carén. El predio es administrado por la Fundación Valle Lo Aguirre.